ARTES VISUALES
Apertura de la instalación «El cuarto de Aztlán. Altar para raspar la chancla», por Tuxamee
En el marco del programa de Día de Muertos y del Festival Internacional Cervantino
El Cuarto de Aztlán representa una experiencia visual y auditiva, dónde converge la vida del barrio en León, Guanajuato, y sus influencias culturales en este presente, un homenaje a las culturas juveniles de la ciudad. Se ha tomado como referencia el sonidero Bellakeo, por medio de investigación, instalación, música, fotografía y collage.
La instalación se acompaña de activaciones audiovisuales y un taller creativo, que estará enfocado a jóvenes que forman parte de estas culturas. La influencia chicana (EUA), debido a la migración de Guanajuatenses a ciudades estadounidenses, ante un movimiento que viene y va, ha dejado semillas que han germinado y esculpido a su manera en varias partes de la ciudad, mezclando influencias artísticas que dan sentido a las diversas culturas. Tuxamee ha estado impregnado de estas acciones que se verán codificadas en la instalación para despertar hasta al más muerto, para que nos guaraché con cumbia y nos bellaké con sonidos intercalados entre hip hop y bolero.
El Altar para raspar la chancla es al mismo tiempo una instalación y una acción que rememora un espacio geográfico cultural que engloba a León. A principios de los años 50 llegan las influencias citadinas a la ciudad, dónde las bocinas ambientaban las calles principales, como Loma Bonita, San Juan Bosco y El Coecillo, dónde se escuchaban las sonoras y las primeras «cumbias colombianas», dónde los estratos de los barrios se amparaban por medio de la danza. Tanto fue del agrado de la comunidad que poco a poco fue incluido en fiestas y parte de los llamados grupos de esquina; mezclándose con las influencias chicanas que iban y venían, a finales de la década de los 80 la moda chola se hacía presente como un torbellino; tíos, madres, y ahora hasta abuelos construyeron parte de las primeras varillas de lo que ahora conforma parte de la identidad de nuestros entornos y que aunque se ha ido transformando, sigue presente en una cultura intercalada con las acciones que están de moda en la actualidad. En León se construyó una suerte de «Los Ángeles/tepito guanajuatense», que sigue muy vigente en las tradiciones de la entidad.
El barrio es un hogar, que se convierte en un afán «pa allá, pa cá», será lo que nos dará una pizca de sazón en el Museo, dónde un altar aztlanteco nos recibirá para celebrar lo que ha estado oculto por varios años, que forma parte de la ciudad. León, más allá de panza verde, de la industria, es bellako, cumbiambero, porque no sólo es una colonia, son cientas que colorean lo que nos convierte en un festín. Lo «underground» se hará presente por unos días por medio del sonidero, la cawuamita, el número 36, la vida loka.
El espacio hará que suene, que te den ganas de bailar, grafitear y a partir de ello, las experiencias propias de la infancia y juventud… será también un set dónde las juventudes sientan esa sensación de una selfie, un retrato, que al final esta misma se convertirá en una instalación que contempla, un altar, fotografía, collage, video, música, graffiti con plumón y una esquina guadalupana.
Será una especie de regalo que darán un instante aztlalteco, fantasioso de una noche en los cielos clikos bellakos. Se inmortalizará a las personas asistentes, al final será un ejercicio artístico, que se piensa dejar en la misma instalación por medio de collage, que al final se expondrá como un archivo fotográfico, habrá una pared especial para dejar la clicka, la firma, la situación sonora con la música sonidera y tendederos de flores de plástico, la intervención del espacio, el altar/pirámide e indumentaria.
Irving de Jesús Segovia Tuxamee
Creadorx de bodrios (visual) y gestor cultural guanajuatense, interesado por el estudio de los textiles e indumentaria desde la perspectiva rural/urbana inscrita en la danza, fiestas tradicionales y la cotidianeidad. Este interés se teje en el momento de ilustrar, ahí se entraman los collages y la fotografía. Tuxamee es un guadalupano que entrama trenzas en apogeo, flores saliendo de las faringes, penes de cactus, lascivia marica como floricanto, corazones de ajolotes, huitlacoche así también de Cempasúchil, las cholitas paceñas, los carnavales de América Latina, situaciones oníricas para satirizar el chovinismo, la fuerza de las identidades desde los diferentes contextos que reflejan su continuidad. Tratando la tradición como un sistema en constante movimiento, reflejado en la documentación visual en lugares como San Miguel Canoa, Ixtenco, Contla, Xicohtzinco, Tlaxcala, León y Silao.
Ha expuesto de forma individual y colectiva en Atenas, Ciudad de México, León, Los Ángeles, Manchester y Nueva York. Ganador del premio Activismo Creativo de Culturas en Resistencia (Los Ángeles). En 2022 el ensayo: «Tuxamee: Historia de un cuerpo a fragmentos» (J. Carlos Buenrostro) recibió mención honorífica por parte del premio Peter C. Marzio por el International Center for the Arts of the Americas en el Museum of Fine Arts, Houston.
13:00 horas
Vestíbulo de Educación
Sin costo
Registro en redes sociales a partir del lunes 16 de octubre